KOBIDO

Es una técnica de origen oriental, que en sus comienzos estaba reservado exclusivamente a la familia imperial. Este masaje facial sirve para rejuvenecer y mejorar la circulación del rostro, liberar tensiones y fortalecer el tono muscular.

Cuando los músculos se relajan mejora la circulación de la sangre, la nutrición celular, se estimula la producción de colágeno y elastina que son los responsables de la regeneración celular.

Se trabajan diferentes puntos para reequilibrar la energía vital, eliminar la fatiga muscular y relajar el sistema nervioso mejorando el estado de ánimo de la persona.

En el cuello se pretende activar el flujo sanguíneo y aliviar tensiones.

En la cara, se trabaja la musculatura subcutánea atenuando arrugas, oxigenando los tejidos y aportando nutrición celular.

Mejora la circulación sanguínea y favorece la eliminación de las células muertas de la piel aportando luminosidad lo que proporciona un aspecto más saludable.

Atenúa las arrugas, previene la flacidez y los signos de envejecimiento.

Disminuye las manchas faciales y al aumentar la capacidad de hidratación de la piel, es recomendable en pieles acnéicas.

Aporta oxigeno a las células que aceleran su proceso de regeneración lo que da tersura y brillo al rostro.

Activa el sistema linfático y se siente despertar la cara al activarse la circulación sanguínea, lo que facilita la liberación de toxinas de la piel.

Relaja la musculatura de cara y cuello actuando en caso de migrañas, tensión y dolor.

Además de frenar los signos de envejecimiento aporta una gran sensación de bienestar.

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