LAS 5 HERIDAS

LAS 5 HERIDAS

“Todos tenemos la misma misión al llegar a este planeta: vivir las experiencias una y otra vez hasta que podamos aceptarlas y amarnos a través de ellas.” 

Lise Bourbeau

Al nacer y elegir la familia a la que queremos pertenecer estamos preparándonos para el aprendizaje que nuestra alma necesita y recordarnos que hemos venido a amar.

Si aprendemos a reconocer nuestras heridas estaremos aportando luz a aquello que necesitamos sanar.

Herida de rechazo: Hijos primogénitos que han vivido favoritismos, hijos no esperados, el último hijo, hijos no deseados.

Busca culpables, es huidizo, prefiere estar solo, siente miedo, se pone una máscara y se crea un mundo imaginario, se descalifica, no tiene amigos, es desapegado.

Herida de humillación: Padres que se burlan o lo comparan con otros.

Son personas dependientes, masoquistas, tensas, que se avergüenzan fácilmente, sienten gusto por sufrir.

Es una herida difícil de reconocer por quien la sufre, se dice a si mismo “soy una basura”, “no sirvo”, se carga con problemas de los demás, se deprime.

Herida de traición: Padres ausentes o que no cumplen las promesas.

Es controlador, solo confía en si mismo, desconfiado de todo y todos, poco paciente, poco tolerante, trabaja solo, no vive el presente, utiliza la fuerza, es brusco al hablar, cuando conoce a alguien lo vuelve un héroe y al poco tiempo se decepciona.

Herida de injusticia: Padres fríos o severos, favoritismo hacia otros hermanos.

Estas personas se vuelven rígidos y perfeccionistas, dudan para tomar acción, nunca creen estar listo y por eso no actúan, envidiosos, nunca es suficiente en el trabajo, los estudios…

Herida de abandono: Niños que han estado en la incubadora, padres que trabajan demasiado, castigos encerrados.

Es dependiente, victima, busca apoyo, esta herida afecta en el tener y el hacer, le cuesta la soledad, como resultado no soporta que no le llames, que no se le tome en cuenta y dice ….. “me abandonas”